¡Oh no! Se te ha caído un diente y ahora te preocupan sus posibles consecuencias. Sabemos que una de las mayores preocupaciones de nuestros pacientes es saber qué consecuencias conllevaba la falta de alguna pieza dental y cómo pueden evitarlas. 

La falta de dientes puede llegar a provocar enfermedades bucodentales, digestivas y hasta repercutir en nuestra salud mental. Debido a está última muchos pacientes se preguntan cómo pueden disimular la falta de un diente. Pero esta pregunta, bajo nuestro punto de vista, no es correcta, puesto que no se trata solo de disimular la falta de diente, sino que de remediarlo. 

Las consecuencias que provoca la falta de diente: 

Gingivitis o periodontitis

Al caerse o extraerse un diente se produce un espacio en la encía. En dicho espacio se suelen ir acumulando restos de alimentos y sarro, lo cual provoca una leve enfermedad en la encía, gingivitis. Esta pequeña enfermedad en la encía puede acabar dañando el tejido blando y destruyendo el hueso, haciendo que los dientes adyacentes se debiliten. También puede producir periodontitis. 

Problemas al masticar:

Al masticar la comida va a impactar con mayor fuerza en el hueco vacío de la encía, lo cual provoca molestias. También podemos acabar tendiendo a masticar más por un lado que por otro, sobrecargando las piezas dentales de esa zona y haciendo que se desgasten más rápido. 

Estos problemas al masticar pueden acabar provocando problemas de salud más graves, como una mala digestión, debido a que no trituramos correctamente los alimentos. 

Desplazamiento de dientes: 

Como bien hemos dicho antes, al perder alguna pieza dental se queda un hueco vacío en la encía. Los dientes adyacentes tienen la tendencia de moverse y ocupar ese hueco, provocando maloclusiones dentales o apiñamiento. 

La maloclusión es cuando la parte superior y la inferior no encajan bien. Esto hace que algunas piezas dentales se acaben desgastando más y puede provocar dolor en la mandíbula. 

Pérdida ósea:

Si no se remedia a tiempo, el vacío en la encía puede provocar que el hueso maxilar se reabsorba. A la larga, esto puede convertirse en un gran problema, puesto que la pérdida del hueso hará que se dificulte la colocación del implante dental, o que sea necesario realizar injertos óseos para recuperar ese hueso perdido. 

Para estos casos más complicados, en nuestra clínica contamos con un tratamiento especial, el implante cigomático.

Problemas estéticos:

Al perderse un diente nuestra sonrisa cambia por completo. Esto hace que comencemos a taparnos la boca al sonreír o evitarlo, causando en nosotros inseguridad. Además, afecta también a nuestra imagen, puesto que al tener una sonrisa incompleta, comenzamos a transmitir una imagen descuidada y envejecida. 

Salud Mental:

Las inseguridades mencionadas anteriormente nos llevan a intentar no sonreír, lo cual provoca en nosotros y en la gente que nos rodea una incomodidad. A su vez, hace que sintamos vergüenza y perdamos confianza. 

Por último y no menos importante, nos dificulta la pronunciación, entorpeciendo nuestra comunicación con el resto de personas. 

Para que no tengas que pasar por todos estos problemas, en Dental Corbella contamos con implantes dentales para todos los casos. Implantes de carga inmediata, para que puedas sonreír con normalidad en un día e implantes cigomáticos, para que la pérdida de hueso no te impida volver a tener una sonrisa perfecta. 

Para encontrar la solución que mejor se adapte a tus necesidades contacta con nosotros.