Cómo mejorar tu aliento
El mal aliento, llamado de forma técnica halitosis, es un problema que afecta a un gran número de personas y que provoca inseguridad, vergüenza y otros problemas psicológicos a aquellos que la sufren. Además de poder ser un síntoma de un trastorno o problema más importante.
Podemos definir el mal aliento como el olor desagradable en el aire exhalado por la boca o por la nariz.
Lo más común es ser advertidos por otra persona antes de que nosotros mismos nos demos cuenta del problema. Aunque existen una serie de síntomas que nos indican su posible presencia, como son tener un sabor desagradable o agrio en la boca, o la lengua blanca.
Tipos de halitosis
Podemos diferenciar de forma precisa entre dos tipos de halitosis:
- En primer lugar nos encontramos con la transitoria. Es puntual, y suele tener lugar nada más despertarse, cuando se reduce el flujo salival y llevamos varias horas sin dormir.
- Persistente. Tiene lugar cuando no es posible solucionarlo con métodos de higiene tradicionales, sino que requiere de un tratamiento específico. Podemos dividir este tipo a su vez en halitosis persistente oral o extraoral.
Posibles causas de la halitosis
Detrás de este mal olor, existen una serie de causas que actúan de forma independiente o conjunta. Cerca del 41% de los casos de origen oral se debe a la acumulación de placa bacteriana en la lengua.
Aquí tienes los principales a tener en cuenta:
- Falta de una higiene bucal correcta. Debemos cepillarnos los dientes tras cada comida y hacer uso de hilo dental y enjuague bucal.
- Malas costumbres y hábitos alimenticios. En este punto se incluye la ingesta de alimentos de sabor fuerte, como la cebolla o el ajo.
- Consumir café o alcohol en abundancia.
- Dietas con alto contenido en azúcar, proteínas o bajas en carbohidratos.
- Causas respiratorias. Las más frecuentes en este apartado son las de procedencia nasal, como la sinusitis o la presencia de pólipos.
- Causas gastrointestinales. Existe la posibilidad de que el origen se encuentre en una hepatitis, fístula colonogástrica, fístula aortoentérica o diverticulosis.
- Causas metabólicas. Un ejemplo de ello es la halitosis presente en mujeres durante la menstruación o el embarazo.
- Consumo de fármacos, como el disulfiram, dinitrato de isosorbide, amonio triclorotelurado y tetraciclinas.
Consejos para mejorar la halitosis
Aquí tienes una serie de consejos que te ayudarán a mejorar el mal aliento:
- Una correcta higiene bucal.
- Limpieza de la porción más dorsal y posterior de la lengua. Ya que es en este punto donde se localiza la mayor carga bacteriana.
- Controlar el consumo de café, bebidas alcohólicas, tabaco y alimentos de sabor fuerte o que puedan producir mal olor.
- Usar chicles sin azúcar, a través de los cuales se aumenta la producción de saliva.
- Tomar suficiente agua para mantener la boca hidratada.
- Acudir a la revisión del dentista al menos dos veces al año.
- Algunos tés, como el verde o el ginseng rojo coreano, tienen agentes antimicrobianos naturales capaces de anular bacterias orales.